—¿Por qué crees que la gente en la calle me llama Vio? —Viola Thompson levantó ligeramente las cejas.
Diana Hershey le dio un pulgar arriba a Viola.
Aprovechando la falta de atención de Viola, Diana le guiñó un ojo.
Fiona Knight continuó:
—Vio, lo siento, pero Diana y yo no podemos asistir al banquete de reunión familiar.
—Está bien —Viola sonrió—. De todos modos, después de las vacaciones de invierno, tengo que volver a la escuela. Ya es hora de que las tres tengamos una reunión.
—De acuerdo —Fiona asintió.
El conductor, al ver a Viola cargando dos grandes maletas, se sorprendió e inmediatamente se acercó:
—Señorita, déjeme encargarme de eso.
Si la Sra. Thompson viera esta escena, ¿qué pasaría?
Podría no ser capaz de mantener su trabajo.
—Está bien, puedo llevarlas. Ve a abrir el maletero —el tono de Viola era ligero.
El conductor miró a Viola con ojos sorprendidos.
Esta señorita recién regresada era muy diferente de lo que había imaginado.