—¿Qué pensaste de la Señora Shen?
Shen Boyi no esperaba que ella preguntara esto, pero ya que lo había hecho, lo meditó.
Se acarició su fuerte mandíbula y suspiró.
—Para ser honesto, es complicado.
—Cuando éramos niños, no nos llevábamos bien con la Abuela. No le gustaba Mamá, y tampoco nos quería mucho a nosotros. Quizás no lo creas, pero cuando éramos muy pequeños, no éramos tan acomodados como Shen Yurou.
—Por eso también a tu tercer y cuarto hermano no les agrada Yurou, porque la Abuela fue muy parcial desde el principio.
—Ella decía que Yurou era una niña que le había dado el Bodhisattva, y también decía... que Mamá te perdería por sus pecados y falta de sinceridad. Decía que tenías mala fortuna y que Mamá tenía un mal destino.
—Cuando Yurou quería algo, lo conseguía. Incluso si le quitaba algo a Shaojia, la Abuela regañaba a Shaojia en su lugar.