Zuo Jing'an suspiró profundamente y se sumergió en sus recuerdos.
Qingwu no lo presionó, colocando la leche tibia traída por la secretaria junto a la mano del anciano.
El anciano no gozaba de buena salud, probablemente sufría de trastornos del sueño a largo plazo, y beber algo de leche tibia sería más propicio para su descanso.
—¡Este asunto me enfurece cada vez que pienso en ello! Si no fuera por ese doctor que realizó la prueba de paternidad causando problemas, no estaríamos trayéndote de vuelta solo ahora.
—En aquel entonces, lo teníamos todo planeado. Shaojia era una buena niña, y tu abuela y yo no podíamos soportar dejarla ir. Si no era nuestra nieta biológica y no podíamos encontrar a su familia, estábamos listos para adoptarla nosotros mismos. ¡En el peor de los casos, la dejaríamos llevar el apellido Zuo!