El Anciano Pei Liu había preparado bastante en la mansión para hacer que Pei Jue se quedara.
¡Si lograba irse hoy, sería aún más imposible tratar con Pei Jue en el futuro!
Pei Jue miró al Anciano Pei Liu frente a él, con una sonrisa fría y siniestra curvando sus labios.
—¿Crees que puedes mantenerme aquí con la fuerza que tienes?
—Tío, no tengo malas intenciones. Esta es la fiesta de nuestra familia. No estaría bien si te fueras...
Pei Jue estaba demasiado perezoso para perder palabras con él.
—Lo que sea que el Tío planee hacer, podrás engañar a otros, pero no te engañes a ti mismo.
—¿Qué quieres decir...?
¿Podría ser que todos sus arreglos hubieran sido descubiertos por Pei Jue? ¡Pero había organizado tantos grupos!
Solo para asegurarse de que Pei Jue nunca regresara al Grupo Pei, el Anciano Pei Liu había pagado caro esta vez. No creía que todos sus planes hubieran sido descubiertos...
¡Pei Jue chasqueó los dedos!