Ye Qilan puso deliberadamente a Qingwu en una situación difícil.
Entre los invitados que asistían a la ceremonia de apertura, muchos eran socios de la Familia Shen, y las palabras de Ye Qilan dejaron claro que si la Familia Shen no dejaba que Qingwu subiera al escenario, significaría admitir que habían criado a una niña indisciplinada.
Si Qingwu rechazaba a Ye Qilan, solo la deshonraría y haría que la Familia Shen perdiera la cara.
Si subía al escenario para actuar, en el peor de los casos, solo se avergonzaría a sí misma.
Ye Qilan había calculado que Qingwu elegiría la opción con el menor daño.
Zuo Jing'an estaba algo disgustado, frunciendo el ceño.
—Ese Ye Qilan, probablemente esperando aquí todo el tiempo, quiere ver actuar a nuestra pequeña Wu. ¡Sabía que había una razón por la que la miraba fijamente antes!
El Anciano Shen también dirigió su mirada hacia Qingwu.
—Xiao Wu, si no quieres ir, ¡el Abuelo te apoya!