Su Mi era la hija más querida de la Familia Su en esta generación.
—Joven Maestro, si algo le sucede a la Segunda Señorita, podría ser difícil explicárselo al anciano —dudó el secretario.
—El anciano la mima solo porque espera que pueda ser vendida a buen precio y traer una buena alianza matrimonial a la Familia Su. ¿No encontraron ya una nueva hija? Deja que Su Yurou tome su lugar.
Su Yurou era diferente de Su Mi. Su Yurou era claramente una tonta, alguien con ambición pero sin cerebro, lo que la hacía la más fácil de manipular.
—¡Ve a decirle a esa Su Yurou que mientras pueda derribar a Su Mi, ella será la futura señorita de la Familia Su!
El secretario entendió. Su Yao estaba tratando de echar la culpa a Su Yurou.
Su Yao siempre había albergado resentimiento por cómo Su Mi expulsó a la madre de Su Yao de la Familia Su, creyendo que el accidente automovilístico que involucró a su madre también fue causado por Su Mi.