Saliendo de la propiedad del Anciano Pei Liu.
El Anciano Xuan le entregó una caja a Shen Shaojia.
—Toma, esto es para ti.
Al abrirla, el brazalete de jade que el Anciano Pei Liu había cubierto firmemente estaba dentro.
—Abuelo, ¿realmente le diste un millón?
—Oh, no importa, ese dinero habría terminado en mi bolsillo de todos modos. Acabo de pujar por una botella de rapé por dos millones, compensarme en un cincuenta por ciento es solo un millón. Toma este brazalete para jugar, hace juego con el que tiene tu hermana, qué bonito.
—Cuando salgan, cualquiera puede ver que ustedes dos son hermanas. Es realmente bueno.
El brazalete de jade que el Anciano Xuan compró para Shen Shaojia complementa el que la Señora Anciana Pei le dio a Qingwu, brillando con luz transparente y húmeda bajo la luz del sol.
La Señora Anciana Pei miró a Shen Shaojia y Qingwu juntas, su rostro también mostrando una rara sonrisa gentil.