"""
Sala ancestral.
Espaciosa y distribuida en dos niveles, se encontraba dentro de los límites de la Mansión Gong, en el punto más alto del terreno.
Las elevadas vigas requerían una nueva capa de pintura dorada cada año, y sobre el altar colgaba un par de dragones forjados en oro macizo, jugando con una perla, simbolizando el estatus y poder de la familia.
Frente a la mesa de ofrendas, el Viejo Señor Gong, quien siempre había mantenido un comportamiento digno, ahora mostraba por primera vez una expresión de furiosa ira.
Miró fríamente a Gong Chen, quien estaba de pie en el centro de la sala ancestral, y exigió:
—¡Esta vez me has decepcionado enormemente! ¿Quién filtró los detalles del contrato?
Los rasgos profundos de Gong Chen estaban teñidos de un leve desapego, y detrás de él había un torrencial aguacero que parecía haberse disipado por completo contra la fría calma que lo envolvía.
—Nadie, simplemente dejé que la Familia Chen aprovechara un descuido.