Lin Zhiyi se quedó atónita y no entendió lo que Gong Chen quería decir.
Sonaba como si estuviera buscando un título o estatus.
Pero ¿cómo podría haber algún título o estatus entre ellos?
La persona que él más amaba era Song Wanqiu, y ella era solo una herramienta para él.
Para él, ella era alguien que podía ser sacrificada en cualquier momento o lugar.
Lin Zhiyi sintió una opresión en el pecho y dijo fríamente:
—Lo olvidé, eres mi tío político.
Al escuchar esto, los ojos de Gong Chen se estrecharon, sus emociones surgieron oscuramente y, finalmente, sin poder soportarlo más, sostuvo la parte posterior de su cabeza y la besó ferozmente de nuevo.
Las respiraciones se entrelazaron, la intención de perder el control persistía entre sus labios y dientes, sin dejarle oportunidad de resistirse.
No fue hasta que la fuerza de Lin Zhiyi se desvaneció, y solo pudo dejar que él tomara lo que quería, que un gemido bajo se escapó de su garganta.
—Mmm...