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—¿Ir más allá?
—¡¿Quién diablos necesita que ella vaya más allá?!
Lu Qianrou casi gritaba en voz alta.
¿Qué era exactamente Lu Sheng, humana o fantasma, por qué era tan implacablemente persistente?
Después de fallar en matarla dos veces, Lu Sheng estaba allí, completamente imperturbable. ¿Por qué demonios estaba pasando esto?
Lu Qianrou estaba a punto de explotar de ira y a pesar de exprimirse el cerebro, no podía entender lo que realmente estaba sucediendo, pensando que no tenía ningún sentido.
Pero no podía mostrar ninguna rareza.
Su hermano mayor y Quinto Hermano no sabían nada sobre Lu Sheng encerrada en la bodega anoche, y obviamente, Lu Sheng tampoco se los había dicho.
Así que no debía dejar que lo supieran.
—Está bien, hermana —Lu Qianrou logró esbozar una sonrisa—. Demos lo mejor esta noche. Si ambas conseguimos un puesto, sería un honor para nuestra Familia Lu.
—Cierto, mi hermanita tiene razón.