Pei Yunge no era tan estúpida. Sabía cuánto la cuidaba Huo Shidu.
Incluyendo aquella vez en el viejo caserón de la familia Qin.
Pei Yunge también sabía que había una alta probabilidad de que Huo Shidu se quedara a hablar a solas por ella.
—¿Por qué preguntas?
La mirada de Huo Shidu estaba fija en ella.
—El Hermano Mayor parece tener una buena relación con Qin Yu —dijo Pei Yunge con una sonrisa.
Al oír esto, quienes no lo supieran pensarían que Huo Shidu era su verdadero hermano.
Sin embargo...
Huo Shidu podía oír la distancia en la voz de Pei Yunge.
Aunque esta pequeña parecía rebelde, en realidad era muy sensible.
De hecho, Pei Yunge sentía que le había causado muchos problemas a Huo Shidu. Si era por Qin Yu, entonces Huo Shidu podría estar soportándola.
Sin embargo, al momento siguiente, Pei Yunge descartó este pensamiento.
Huo Shidu extendió la mano perezosamente, sus fríos dedos rozando una mancha bajo su barbilla mientras hablaba en un tono casual: