Sin Resistencia Hacia el Hermano Mayor Guapo y Malo

El hombre no pudo evitar reírse, antes de abrir lentamente la caja de cigarrillos y recostarse perezosamente contra el sofá.

Sus seductoras pupilas pálidas solo mostraban frialdad. Sin embargo, sus ojos rasgados eran encantadores y dijo de manera refinada y casual:

—¿Qué podría ser? ¿Esperas que intimide a una niña pequeña?

—¿Entonces por qué la llevaste a la vieja mansión? —preguntó la anciana cuando lo escuchó decir esto.

El hombre sacudió la ceniza del cigarrillo y dijo con indiferencia:

—La niña no está muy feliz. Estoy pensando en una manera de consolarla.

...

La anciana no sabía qué estaba pensando Huo Shidu, pero tenía la sensación de que algo andaba mal.

—Ah, por cierto, no le preguntes sobre su familia.

Huo Shidu explicó brevemente algunas cosas sobre la familia Qin, en caso de que la anciana fuera habladora y preguntara sobre todo. Sin embargo, tampoco entró en detalles.