Ya habían pasado varias horas desde que Lancelot había llegado a este mundo.
Lancelot ahora mismo se encontraba saliendo del baño.
Todo su cuerpo estaba envuelto en una toalla, y leves gotas de agua caían de su hermoso cabello blanco.
Aunque Lancelot había viajado, todavía tenía que ir a la escuela. Esto le trajo muchos recuerdos de su vida pasada.
Pero no es momento de recordar eso, después de todo, en esta ocasión, él era un estudiante transferido de Inglaterra a Japón para estudiar.
Como estudiante transferido, ¿cómo podía faltar el primer día de clases?
La razón principal por la que iba a la escuela era porque ahí se encontraba el grupo protagonista.
Si Lancelot quería hacerse más fuerte, necesitaría puntos y había dos formas de obtener puntos.
La primera era que matara a cualquier criatura oscura o malvada, pero eso era demasiado peligroso, era su primer día y no quería arriesgarme mucho.
Además, era demasiado arriesgado cazar demonios y ángeles caídos sin tener la fuerza suficiente.
Y entonces solo quedaba la segunda opción, generar cualquier tipo de emoción en los personajes principales del mundo, puede ayudarlo a conseguir puntos.
Planeo recolectar tranquilamente puntos con el grupo protagonista, y después de obtener la suficiente fuerza, hacer grandes escenas para conseguir puntos más rápidos, mientras no tenga la fuerza suficiente, no actuaré muy agresivo, solo mantente neutral.
Mientras Lancelot estaba en sus pensamientos, ya se había vestido instintivamente.
El típico uniforme, con chaqueta negra, una camisa blanca debajo y unos pantalones negros.
Era el típico uniforme de varón de la academia Kuoh.
Me miré en el espejo, y no pude evitar admirar mi apariencia, mi nuevo cuerpo era realmente guapo, incluso como hombre me sentía inferior a pesar de que era yo.
(Imagen de referencia)

Después de admirar mi apariencia por un par de minutos, miré el reloj y eran las 8:35 AM.
Diez minutos antes de que comenzaran las clases, Lancelot no tenía prisa, salió de su departamento, bajó por el elevador y caminó tranquilamente hacia la escuela.
Después de unos siete minutos, llegué a la entrada, la entrada consistía en dos enormes muros a ambos costados, en el medio una reja de acero negra era la entrada.
En la entrada, había numerosos estudiantes que, al parecer, acababan de llegar al igual que él, iban en grupos platicando y murmurando entre sí.
Varios de ellos notaron mi presencia, miradas de curiosidad e interés me eran dirigidas, parecían curiosos por mi apariencia.
Después de todo, no podía ocultar mis rasgos europeos, más al tener este llamativo pelo blanco.
Muchas personas empezaron a acercarse, principalmente chicas, que me dejaron caer un aluvión de preguntas.
-Oye, ¿de dónde eres?
-Mira qué pelo tan bonito, incluso yo tengo envidia.
-Ya le vieron la cara, parece un auténtico dios, huff... siento que me he enamorado.
-¿Cuáles serán sus gustos?, ¿será que le gustan grandes, como yo?
-Jajaja, qué chico tan guapo, siento que tengo al dios de la belleza enfrente.
-Esa cara apática lo hace ver más guapo, es tan genial que me vuelvo loca...
Mientras las chicas se volvían locas en el campus, Lancelot parecía apático e inexpresivo, no era que no le gustaran las chicas.
No era nada de eso, era solo que no sabía por qué, pero este cuerpo siempre tenía una cara inexpresiva y apática.
Lancelot supuso que era un hábito que el anterior dueño del cuerpo dejó.
Pero tampoco le importaba mucho, mientras caminaba y trataba de ignorar a las chicas.
Estas no parecían querer dejarlo ir, se amontonaron en un círculo alrededor de él, y varias de ellas presionaban sus robustos pechos contra su cuerpo.
Incluso Lancelot sintió una o dos manos que tocaban su pecho o abdomen.
Estas mujeres parecían haberse vuelto locas, presionando sus pechos uno tras otro contra el cuerpo de Lancelot.
Esto sorprendió a Lancelot, debes saber que muchas de las chicas aquí son hermosas y tienen atributos grandes.
Pero incluso así, todas ellas parecían desesperadas por llamar su atención, Lancelot solo pudo atribuir esto al mundo.
Lancelot ahora estaba apresurado, había tardado siete minutos en llegar aquí, eso significaba que tenía solo tres minutos para ir a clases, pero ahora con estas mujeres reteniéndolo.
Solo podía quedar mal el primer día, y así sucedió, mientras las chicas le hacían distintas preguntas y pegaban sus cuerpos al mío, sonó el timbre indicando el inicio de las clases.
Las chicas se dispersaron, decepcionadas al escuchar el timbre, al ver esto, Lancelot caminó rápidamente hacia su clase.
En un par de respiraciones, ya había llegado al pasillo que conducía hacia la entrada del salón de clases.
Al llegar al pasillo, pude notar que había una persona más además de mí.
Era la maestra de la clase, que al parecer se estaba preparando para entrar y dar clases.
Lancelot rápidamente la siguió y habló:
-Disculpa, ¿es usted la profesora de la clase 3-A?
La mujer levantó una ceja al ver la apariencia de Lancelot, una sonrisa apareció en su rostro y habló:
-Así es, tú deberías ser el nuevo estudiante transferido de Europa, ¿verdad? He tenido cierta información sobre ti.
Lancelot solo asintió sin prestarle mucha atención a esta mujer.
Y solo pudo lamentarse del por qué Dios lo hizo tan guapo.
Después de que la profesora terminara de hablar, entró al salón de clases, miró a los ruidosos estudiantes y aplaudió.
-Muy bien chicos, por favor pido su atención.
Con las palabras de la profesora, callando todos los estudiantes presentes prestaron atención.
La profesora continuó hablando al ver que tenía la atención de los estudiantes:
-Hoy recibiremos a un nuevo estudiante, él es un transferido de Europa, así que trátenlo bien, hagamos que se sienta en casa.
Puedes entrar y presentarte a tus nuevos compañeros de salón, dijo la profesora.
Lancelot asintió sin prisa, al entrar por la puerta, fue recibido por chillidos de las chicas de la clase.
-¡Kyaaa! ¡Qué chico tan guapo!
Gritos de asombro y sorpresa resonaron por toda la clase.
Esto hizo que los hombres miraran a Lancelot con hostilidad.
A Lancelot no le importaron sus miradas, ni los gritos de las chicas, tenía cara apática todo el tiempo.
La profesora vio que las chicas empezaron a hacer mucho ruido y rápidamente las calló: -¡Guarden silencio!
Con las palabras de la profesora, todos guardaron silencio, miraron a Lancelot esperando sus siguientes palabras.
En ese momento, Lancelot habló:
-Hola a todos, mi nombre es Lancelot Moncnistar, tengo diecisiete años de edad, mis gustos son los videojuegos y el arco.
Después de que Lancelot terminara de hablar, toda la clase quedó en silencio por un momento.
No fue hasta que una chica gritó que podían jugar juntos videojuegos, que todas las demás chicas también empezaron a gritar.
Así fue el primer día de clases de Lancelot...
Fin...