—Tómalo. Haz buen uso de él.
Li Xuan se negó a mirar el sable. En cambio, usó su Perspectiva de Dios para escanear el exterior de la cueva y vio cientos de guerreros imponentes con armas en sus espaldas.
Estas personas llevaban todo tipo de armaduras, portaban todo tipo de armas, e incluso cargaban todo tipo de extrañas Bestias Invocadas.
Lo sorprendente era que...
En realidad tenían dos banderas de batalla con los nombres de Qin Yue y Song Xiaomei escritos en ellas. Esta escena hizo que Li Xuan frunciera el ceño, y no pudo evitar preguntar.
—¿Esa gente de afuera, son las fuerzas que construiste?
—Sí... Sí, fueron perseguidos por la Organización de Energía Maligna antes, y la Hermana Xiaomei y yo los salvamos...
—Después de eso, nos siguieron y continuaron luchando contra la Organización de Energía Maligna —explicó Qin Yue avergonzada.
—¿Oh? No está mal, nada mal.