Un Poderoso de Rango Santo Contando una Historia

Uno tenía que saber que la Abuela Coja era solo uno de los tres grandes generales bajo el Emperador Divino. El verdaderamente poderoso era el Emperador Divino. Era una existencia que hacía que la gente se sintiera asfixiada.

Cuando pensaban en el desconocido, misterioso y terrorífico Emperador Divino, el ánimo de todos se hundía hasta el fondo.

—Vamos. Continuemos bajando y veamos qué está pasando.

El pequeño gato negro insistió. No podía esperar para saberlo todo.

Con profundas expectativas, el equipo continuó su marcha, descendiendo por los niveles del Palacio Imperial Divino.

A medida que avanzaban, el olor a sangre y el aura del Abismo se volvían más densos. Las diversas medidas defensivas se volvían más completas y numerosas.

No fue hasta que llegaron al piso 95 que vieron el cadáver diseccionado de un Gigante Abisal.

El ánimo de todos se volvía cada vez más pesado. Finalmente, entraron al piso 96 y vieron todo tipo de armas rotas.

—¡Es la armería!