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En este momento, el Dios de la Furia abrió los ojos de par en par. Su barra de salud estaba cayendo demasiado rápido.
Por un momento, comenzó a dudar de su vida. Esta era la descendencia de Dios. Su defensa ya había superado por mucho el poder de ataque de un soldado de la Corona de nivel máximo.
Justo cuando estaba a punto de decir algo, de repente sintió que algo andaba mal.
—¿Qué es esto?
—¡Mierda! Estúpido Príncipe, ya no juego más contigo.
El Dios de la Furia descubrió de repente algo extremadamente aterrador. Su verdadero cuerpo que estaba lejos en su Reino Divino también había recibido cierta cantidad de daño.
Esto lo había asustado de muerte. Anteriormente, cuando había sido asesinado por el Martillo del Caos de Li Cheng, había recibido mucho daño. Sin embargo, asumió que era debido a la muerte repentina de un Dios cercano.