¡Caer o Arrasar Ciudad Hindley!
El Gremio Rosa también estaba atónito. Como aliados del Dios Extremo, habían iniciado automáticamente una guerra con el Reino de Kent.
—Hermana mayor, ¿qué deberíamos hacer?
—Ah, ¿necesitamos apoyar al jefe del Inframundo?
—¡En mi opinión, el Mundo Inferior está buscando la muerte esta vez!
—Hermana mayor, ¿por qué no buscamos otro hombre?
—Ejem, hermana mayor, ¿por qué no nos divorciamos?
—Sí, hay miles de hombres en el mundo. ¡Hermana mayor, no te ates a este árbol!
La boca de Rosa Púrpura se torció cuando vio estas palabras. ¿Qué tenían en la cabeza estos jugadores tontos? Cada comentario era más ridículo que el anterior.
Sin embargo, también estaba un poco preocupada. Solo habían pasado menos de nueve días desde el inicio del juego, y ya se estaban enfrentando a un imperio NPC. ¡No importaba cómo lo mirara, iban a estar acabados!
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Li Cheng estaba despreocupado mientras se limpiaba los oídos. ¿El reino estaba lanzando una cacería interminable contra él?