—No tienes que preocuparte por Pequeña Lluvia.
Cuando escuchó esto, el vello del cuerpo de Li Cheng se erizó. Había escuchado esta voz hace solo unos días.
Además, era la existencia más impactante que había encontrado desde su renacimiento. Li Cheng se dio la vuelta y vio a una mujer oculta en una gran túnica de maga. Era la primera maga del Imperio Profundo, Caída de Pluma, ¡la mujer que había convertido casualmente a sus tropas en un infierno viviente!
Li Cheng entrecerró los ojos. Esta Caída de Pluma podía entrar y salir de su territorio a voluntad. Ni siquiera había recibido una advertencia. Era sin duda una existencia muy aterradora.
Además, la que apareció en su territorio era solo una encarnación. Incluso si la mataba, sería inútil. ¿Por qué ofendería a esta existencia aterradora sin razón?
—¿Por qué? —preguntó Li Cheng.
—Sin razón. Su identidad es bastante especial. En el futuro, la Diosa de la Luz de la Luna te dirá más —respondió Caída de Pluma.