Había innumerables edificios e instalaciones defensivas del antiguo Imperio del Dragón, y muchas de ellas eran cosas que Li Cheng había visto antes.
Sin embargo, los edificios aquí estaban claramente utilizables. Dentro de este extraño edificio, había una energía surgente y aterradora.
Li Cheng no dudó. Inmediatamente ordenó a todas las tropas concentrar su fuego para destruir estas instalaciones defensivas.
Inmediatamente, se escucharon innumerables explosiones aterradoras. Una luz deslumbrante iluminó todo el espacio subterráneo.
¡¡¡Rugido!!!
¡¡¡Rugido!!!
Innumerables rugidos furiosos de dragones resonaron por toda la cueva. Esos Dragones Negros claramente no esperaban que Li Cheng pudiera ignorar su línea defensiva y entrar en la parte más profunda de la guarida.
Al mismo tiempo, la voz del sistema sonaba continuamente en los oídos de Li Cheng.