Antiguo Terreno Prohibido, Misteriosa Tableta de Madera

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El Daoísta Nueve Calderos notó a Su Qi tan pronto como apareció y preguntó sorprendido:

—¿Es este tu discípulo?

Han Jue negó con la cabeza y dijo:

—No, es solo mi sirviente.

Su Qi quiso decir algo pero finalmente optó por permanecer en silencio.

El Daoísta Nueve Calderos lo examinó cuidadosamente y sus ojos se iluminaron.

—El potencial de este niño es muy bueno. Es verdaderamente un desperdicio de su talento ser tu sirviente. ¿Por qué no me sigues al extranjero y buscas el Gran Dao?

Han Jue frunció el ceño y su corazón dio un vuelco.

«¡Oh, ancestro!», pensó.

«¡Estás buscando la muerte!»

El Daoísta Nueve Calderos miró a Su Qi y preguntó con una sonrisa:

—Muchacho, ¿estás dispuesto? Soy el fundador de la Secta Jade Puro. ¡Esta es una gran oportunidad!

Ignoró directamente a Han Jue porque ya conocía su personalidad.

Este chico temía más que nada los problemas.

Si podía llevarse a Su Qi, Han Jue podría estarle agradecido.

Su Qi se emocionó al escuchar eso.