En la ciudad de la secta interna, dentro de la posada.
Han Jue vio a Xuan Qingjun. El rostro de esta demonio seguía siendo el mismo que antes. No era hermosa, pero tampoco era fea. En conclusión, era ordinaria.
Aunque ya estaba en el noveno nivel del Reino de Integración Corporal, Han Jue todavía estaba muy nervioso al enfrentarla. Mantenía todos sus Tesoros Nuministicos activos.
A estas alturas, ya no podía ocultarlo más. Después de todo, Xuan Shishi sabía que él era el Anciano Deicida. Es posible que ya hubiera hablado con Xuan Qingjun.
—¿Eres el Anciano Deicida de la Secta Jade Puro? ¿Mataste al Gran Sabio Pitón Verde? —preguntó Xuan Qingjun mientras sostenía la copa de vino y la hacía girar.
Su expresión era tranquila, haciendo imposible leer sus pensamientos.
Han Jue asintió levemente.
Estaba en pánico internamente. No entendía la personalidad ni las intenciones de Xuan Qingjun.
«¡Lo más importante era que no podía competir con ella en la prueba de simulación!»