—¿Unir fuerzas para matar al Emperador Demonio?
—¿Está loco?
Han Jue sintió que el Soberano del Dao quería engañarlo.
La Corte Demonio suprimió a la Corte Celestial, el Palacio Divino y la Secta Budista. ¿Qué derecho tenía un genio del Palacio Divino para decir que quería matar al Emperador Demonio?
—¿De dónde sacaste tu confianza? —preguntó Han Jue.
—El Emperador Demonio ya se ha vuelto demoníaco. Parece haberse vuelto más fuerte, pero en realidad ha bajado la guardia. Definitivamente no esperará que alguien se atreva a emboscarlo cuando está presumiendo —dijo el Soberano del Dao.
—¿Fue tu idea o la del Palacio Divino?
—¿Hay alguna diferencia?
—Me temo que el Palacio Divino me engañe.
—¿El Palacio Divino te ofendió?
—Mi buen hermano Zhang Guxing fue encarcelado por ustedes.
—¿Oh? ¿Tú y Zhang Guxing son hermanos jurados?
—Eso creo.
Han Jue fue ambiguo, en caso de que el Palacio Divino usara a Zhang Guxing para amenazarlo.