—¿Qué está pasando? ¿Quién eres tú?
—¿Por qué está sucediendo esto?
—¡¿Por qué?!
La misteriosa existencia rugió en la mente de Han Tuo con extremo temor.
El dolor de Han Tuo también comenzó a desvanecerse rápidamente. No pudo evitar sentirse desconcertado.
¿Qué había pasado?
Pensó que estaba condenado. ¿Por qué la otra parte sufrió repentinamente un contragolpe?
¿Podría ser que el mal no podía suprimir el bien?
Han Tuo esperó intranquilo.
Los gritos de la misteriosa existencia se volvieron cada vez más miserables. El cuerpo de Han Tuo se recuperó a una velocidad visible a simple vista y la capa de piedra desapareció rápidamente.
Cuando Han Tuo volvió a la normalidad, la misteriosa existencia ya no gritaba. Sintió algo en las profundidades de su alma. Podía controlarlo fácilmente como un brazo.
Lo sacó. Inmediatamente después, una bola de aura negra emergió de sus ojos y aterrizó en el suelo, condensándose rápidamente en una figura.