El Fin de la Familia Lucca

Una amarga sonrisa apareció en su rostro. Había planeado entrar a escondidas, pero no esperaba que hoy fuera la competencia anual de la Academia Tulipán.

Vio rostros familiares: Rodin, Francis, Dorothea, los otros de la Asociación de Pociones Mágicas, y Elsa, que estaba aún más lejos.

Los ojos de Elsa estaban llenos de una mirada complicada y satisfecha.

De repente, sin saber cuándo, Joelson la había dejado muy atrás.

«Iré a presentar mis respetos a mi maestro primero».

Joelson saludó al Hombre Tang y a los estudiantes, y luego fue a la cabaña de Harriet Terrence.

Cada vez que entraba en la cabaña, estaba llena de libros desordenados, y casi no había lugar para sentarse. Pero esta vez, estaba ordenada muy pulcramente.

Harriet Terrence estaba sentado en el sofá y lo miraba con una sonrisa.

—Joelson, hiciste un buen trabajo.

Harriet Terrence ya había recibido las noticias del Gremio de Magos.

Le tomó mucho tiempo calmarse después de escuchar las noticias.