Los ojos de Joelson brillaban y su espíritu de lucha era alto, pero su corazón estaba extremadamente tranquilo.
Las llamas azules se elevaron desde debajo de sus pies y se condensaron en docenas de cadenas gruesas y largas, disparándose hacia la Bestia Pesadilla a gran velocidad.
La Bestia Pesadilla no parecía tener intención de escapar, permitiendo que las cadenas azules la ataran firmemente.
Joelson saltó alto, sosteniendo la espada meteórica en su mano. Todo su cuerpo cayó como un meteoro, dejando un largo y hermoso rastro de llamas.
—Du Lu —llamó Joelson en voz baja.
Du Lu y el dragón de acero se abalanzaron sobre la Bestia Pesadilla desde dos direcciones al mismo tiempo.
La Bestia Pesadilla emitió un gruñido bajo y de repente levantó la cabeza. Un aura poderosa estalló.
Las cadenas azules se agrietaron.
Levantó sus garras.
Los enormes cuerpos de Du Lu y el dragón de acero fueron lanzados por los aires como espantapájaros.