—¿Quieres venir conmigo?
Joelson frunció el ceño y miró a Connie, quien estaba arrodillada en el suelo.
Connie levantó cuidadosamente la cabeza y dijo con una expresión sorprendentemente firme:
—¡Sí! Por favor, lléveme con usted, señor. Me convertiré en su más leal...
Connie hizo una pausa, pensó por un momento y dijo firmemente:
—¡Creyente!
Esto usualmente se usaba para los dioses, pero para Connie, Joelson era su dios.
Joelson pensó por un momento, y sus cejas se relajaron lentamente. Asintió y dijo:
—Está bien.
Sin él, Connie no tenía a dónde ir.
Después de que Eugene y Spencer murieron, si las potencias de la tierra rúnica investigaran, Connie probablemente sería la primera en ser implicada.
No había lugar en la tierra rúnica que pudiera acogerla.
Después de un momento de aturdimiento, abrió los ojos y vio que ya no era el mundo familiar.
Los ojos de Connie se iluminaron gradualmente.
Flores, hierba, lagos y árboles, todo se veía tan hermoso.