5 Años Pasaron. El Continente Sufrió Cambios Drásticos. El Desastre Demoníaco Reapareció

Oswede sacó su espada larga del pecho de un monstruo humanoide.

La sangre negra fluía por la espada larga y desprendía un olor a hierro que le hacía sentir asco.

El cadáver sin vida del monstruo bajo sus pies tenía cuatro extremidades afiladas. Su cuerpo era como el de un leopardo y su rostro era feo y salvaje.

Al mirar hacia arriba, el suelo estaba lleno de cadáveres de tales monstruos, así como los cuerpos mutilados de humanos ordinarios.

Este lugar era originalmente una aldea pero fue completamente destruida por los monstruos.

La expresión de Oswede era sombría y tenía una cicatriz en su rostro que se extendía desde la comisura del ojo hasta la comisura de la boca. Era una dolorosa cicatriz dejada por un monstruo de nivel santo. En aquella ocasión, casi le arranca todo el ojo izquierdo.

Se había vuelto maduro y mucho más fuerte.

Después de todo, habían pasado cinco años.