Funina estaba en un estado lamentable. Miró en dirección a Joelson varias veces pero no recibió respuesta.
Oleadas de agravio e insatisfacción surgieron en su corazón, y sus ojos casi estaban rojos.
¡Clang!
Un sonido de metal chocando.
Funina dejó escapar un grito ahogado. La espada meteórica en su mano fue golpeada y cayó en manos de un sitiador.
Esa persona rió felizmente y dijo:
—¡Jajaja, la espada de nivel épico es mía!
Funina gritó enfurecida:
—¡Devuélvemela!
Sin embargo, no había nada que pudiera hacer. Varios ataques de aura de combate de nivel 9 la forzaron a retroceder.
Justo en ese momento, un sonido que cortaba el aire resonó en los oídos de todos.
¡Shua!
Una figura se precipitó entre la multitud como un vendaval, pasando junto a la persona que sostenía la espada meteórica.
En un abrir y cerrar de ojos, ya había aparecido junto a Funina y le devolvió la espada meteórica.
—Tómala bien —dijo con calma.