Los Planos Superiores
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Franklin todavía recordaba la batalla que tuvo con la otra parte. Aunque no era rival para el otro en ese momento, aún podía ver su espalda.
Después de eso.
La brecha entre los dos era como un abismo insuperable.
Ahora era el momento de dirigirse a él como el Señor del trono.
Mientras Franklin pensaba, escuchó el sonido de pasos apresurados.
Levantó la vista y vio que el carruaje real se detuvo en el puerto. Una hermosa mujer con un vestido de color lavanda se acercaba trotando con el dobladillo de su vestido en la mano.
Los ojos de Franklin se congelaron, y un fuerte sentimiento de amargura brotó en su corazón.
Como era de esperar, ella vino en el primer momento.
La noble dama que usaba la alfombra roja dondequiera que iba y odiaba más el polvo en sus zapatos de cristal.
Cuando escuchó que era posible que Joelson estuviera aquí, se apresuró a venir.
Princesa Isabelle, la flor violeta.
Los pasos de Isabelle, que se acercaba a la herrería, se ralentizaron gradualmente.