¡Oh No! ¡Tu Pájaro Está En Problemas!

Aceleraron el paso. Pronto, una elegante arquitectura de cuatro partes apareció a la vista.

—Ya llegamos —anunció Qin Manyun.

El corazón de Gu Changqing palpitaba. Aunque ya había conocido al experto antes, esta era la primera vez que visitaba su residencia. Era imposible no estar nervioso.

El colgante de jade en su pecho comenzó a destellar. Era evidente que Gu Yuan estaba inquieto.

¡Este era el hombre que podía dar vida a un Cuervo Dorado de Tres Patas con su pintura! Incluso el maestro de la secta de la Villa Azul era un don nadie frente a él. ¡Si esto fuera la Tierra Inmortal, ni siquiera Gu Yuan tendría la oportunidad de conocerlo!

¿Ahora iba a... visitarlo?

¡Qué nervios! ¡Qué inquietud! ¡Qué emocionante!

El Demonio Pinzón de Fuego simplemente lo miró con una expresión crítica. Su mirada de desdén empeoró.

Esta arquitectura de cuatro partes era aburrida y ordinaria, muy lejos de las casas de los Inmortales. ¡Qué mala!