Dragones... No Serán Esclavos

De repente, el mar se dividió lentamente en dos. Un camino se reveló.

Al final del camino había una luz dorada. Ao Cheng y Ao Yun quedaron atónitos. Abrieron sus ojos de Dragón y sus bocas. Lo miraron estupefactos.

—Eso... Eso es...

Sus corazones comenzaron a temblar.

Estaban demasiado familiarizados con la luz dorada. Era como la luz del sol de la mañana temprana que atravesaba la noche oscura. Apareció de repente.

Ao Cheng y Ao Yun se frotaron los ojos y miraron de nuevo. Al instante sintieron un calor en sus corazones. Se les llenaron los ojos de lágrimas.

—Está aquí. ¡El experto está aquí!

Ao Feng y el Dragón Negro quedaron desconcertados. También miraron la luz dorada con los ojos muy abiertos. Sintieron que era un enemigo que se acercaba.

—¿Mérito de Lujo?

—¿Alguien llegó en una Nube de Mérito de Lujo?

Estaban completamente confundidos. Esperaban que alguien tuviera Mérito de Lujo en el Reino Inmortal. «Pero... ¿Y qué?