La voz del pequeño zorro todavía sonaba infantil. Sin embargo, nadie se atrevió a ignorarla. De hecho, sonaba como una bomba explosiva, haciendo que los cueros cabelludos de la multitud picaran.
Lo más importante de todo, este Qi era demasiado aterrador. Incluso aquellos como Lord Kunpeng, que habían sobrevivido desde tiempos Prehistóricos y lo habían visto todo, seguían sintiendo terror.
Incluso el viento en el mundo parecía haberse detenido.
¿Cómo podía existir un Qi tan poderoso y aterrador?
Los únicos dos que podían moverse eran Daji y Fénix de Fuego.
Miraron la espalda del pequeño zorro e intercambiaron una mirada. Vieron conmoción el uno en el otro.
El Qi que emanaba del pequeño zorro les resultaba familiar. Era muy familiar.