¡Soy Dotado!

En casa, la Tía Chen terminó de preparar el desayuno. Wang Teng y su familia se sentaron y desayunaron juntos.

—¿Qué? ¿Nuestro hijo es un guerrero marcial?

Wang Shengguo casi escupe la comida que tenía en la boca, como si hubiera escuchado una noticia impactante. Miró a Li Xiumei con asombro.

—Si no me crees, puedes preguntarle a tu hijo —dijo Li Xiumei.

—Hijo, tu mamá me está mintiendo, ¿verdad? —Wang Shengguo miró a Wang Teng sin parpadear.

Wang Teng no dijo nada. Simplemente extendió su dedo, y una hebra de Fuerza de fuego apareció en la punta. La llama ardía silenciosamente en el aire, un espectáculo para los tres. Wang Shengguo estaba conmocionado.

—Fuerza. ¡Realmente eres un guerrero marcial!

—Pero, ¿cómo te convertiste en un guerrero marcial? ¡Han pasado solo días desde que comenzaste a practicar artes marciales! —Todavía estaba incrédulo.

Lo principal era el corto tiempo de entrenamiento de Wang Teng.