Una vez que Wan Baiqiu resultó gravemente herida y perdió toda su capacidad de lucha, el juez anunció a Zhao Yuanwu como el ganador.
Los médicos salieron corriendo y se llevaron a Wan Baiqiu para tratarla.
El público presenció todo a través de las pantallas gigantes. Comentaron con enojo.
—¡Zhao Yuanwu es inhumano!
—¿Cómo puede tratar así a una dama? ¡Es un bárbaro!
—Esa dama quería admitir la derrota. ¿Cómo puede hacer eso?
…
La impresión de todos sobre Zhao Yuanwu cayó al fondo. Lo detestaban por sus acciones repugnantes.
Sin embargo, a Zhao Yuanwu no le importó. Caminó tranquilamente fuera de la arena bajo la mirada de todos.
Todos los estudiantes de la Academia Militar Huanghai fueron a ver a Wan Baiqiu, excepto Han Zhu y Wang Teng, quienes permanecieron en la escena.
Han Zhu dio un paso adelante y bloqueó el camino de Zhao Yuanwu.
Zhao Yuanwu lo miró con indiferencia.
—¡Muévete!