—¿Por qué saliste del cuarto de mi padre? —Lin Chuhan se sobresaltó.
—Fui a desearle un feliz año nuevo. ¿Por qué? ¿No puedo hacer eso? —preguntó Wang Teng.
—¿En serio? Mi padre... —Lin Chuhan estaba confundida. Ella conocía la condición de su padre. Nunca salía de su habitación, mucho menos conversaba e interactuaba con otras personas.
La Madre Lin y Lin Chuxia también miraban a Wang Teng con expresión desconcertada.
Wang Teng dejó de bromear con ellas y les contó lo que había sucedido hace un momento.
La mirada de la Madre Lin se suavizó al instante.
—Ese viejo todavía se preocupa por su hija.
Ella había estado cargando con el peso de su familia todos estos años. Sería mentira decir que no estaba amargada.