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Después de una serie de dudas, vacilaciones e indecisiones, Kong Li y Yuwen Xuan se marcharon. ¡La misión era de suma importancia para un soldado!
Wang Teng tenía más confianza en completar esta misión en comparación con ellos. Por lo tanto, ¡no tenían razón para detenerlo!
Wang Teng suspiró aliviado cuando los vio marcharse.
Aunque Kong Li y Yuwen Xuan eran poderosos, sus habilidades no ofrecían ayuda en esta misión. Si se hubieran quedado, podrían haberle causado más problemas.
Ahora que finalmente habían abandonado la guarnición después de mucha persuasión, podía hacer lo que quisiera. Estaba siendo sincero cuando dijo que confiaba en completar esta misión.
No hace mucho, un pensamiento había cruzado por su mente, y se le ocurrió otro plan detallado y minucioso.
Una sonrisa malévola asomó en la comisura de sus labios.