¡Farol!

Wang Teng no quería explicar nada, pero algo cruzó por su mente y cambió de opinión.

Su cuerpo experimentó una transformación, y volvió a su apariencia humana.

Sin embargo, esta no era su verdadera cara sino otro aspecto. Además, sus orejas eran un poco puntiagudas, teniendo una apariencia muy similar a la de un mestizo.

Al ver su apariencia desconocida, hubo un indicio de confusión en los ojos de Zi Ye. No sabía qué estaba planeando.

Wang Teng le guiñó un ojo a Zi Ye y le envió una señal. No le importaba si ella entendía lo que quería decir, pero se volvió hacia el anciano mestizo.

—¿Qué tal esto?

—Tú, tú... —El anciano mestizo quedó estupefacto. No podía pronunciar ni una sola palabra.

—Ya hemos eliminado al Vizconde Nieve. Me he disfrazado de él porque tengo una idea audaz —dijo Wang Teng misteriosamente.