¡Los Guerreros Marciales Protegen la Paz!

El rugido aterrador vino de las profundidades del mar y resonó en toda la Ciudad Donghai. Solo se escuchó la voz. El dueño de la voz no se veía por ninguna parte.

Solo podían ver las sombras de las bestias marinas apretadas como sardinas en lata en la superficie del mar. Junto con la declaración maliciosa, permitió a los humanos entender que no era una broma. Esa bestia marina lo decía en serio.

Ya fueran los guerreros marciales en tierra o la gente normal en los refugios subterráneos, la expresión de todos cambió. Un sentimiento de desesperación apareció en sus corazones.

¿Realmente iba a caer Donghai?

—¡Cómo te atreves! —En ese momento, una voz fría llena de ira estalló en la ciudad.

Esta voz no era tan fuerte como el rugido de la bestia marina, pero aún así llegó claramente a los oídos de todos, incluso cubriendo los bramidos de todas las otras bestias marinas.