Extrayendo Núcleos de Dragón y Recogiendo Mierda de Dragón
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¡Shock!
¡Confusión!
¡Incredulidad!
¡Meng Lei estaba experimentando una mezcla compleja de emociones!
Un Dragón de Fuego del Dominio Santo ya era una existencia fuerte y poderosa que se alzaba muy por encima de todas las demás formas de vida. Las criaturas que podían igualarlo... eran pocas y distantes entre sí, ¡y aun así había sido asesinado!
¿Qué significaba este poco de fuerza que él poseía?
«¡Hay demasiados peces grandes en el Continente Bóveda del Cielo! Suspiro, ¡mejor me dedico a cultivar apropiadamente!»
Meng Lei reajustó su estado mental. Luego, mientras miraba el cadáver del Dragón de Fuego en la pequeña isla, un destello indistinto cruzó sus ojos. El valor que tenía el cadáver de un Dragón de Fuego del Dominio Santo era difícil de imaginar.