Este era un lago verde esmeralda que parecía una perla brillante incrustada en el mar de bosques que se extendía infinitamente hacia el horizonte.
Las aguas estaban limpias y claras, con ondas atravesando la superficie.
Una suave brisa acariciaba el rostro mientras las aguas ondulaban.
A su alrededor había juncos densos y exuberantes. Crecían en grupos que rodeaban y bloqueaban la vista del lago.
—¡Muu!
—¡Muu!
De repente, los aullidos de bestias resonaron.
Una Bestia Mágica tipo buey de 20 metros de largo cubierta de pies a cabeza con cerdas negras y con seis pezuñas, una cola como de pitón, y un solo cuerno en su cabeza yacía postrada en los juncos mientras producía gritos tristes y agudos. ¡Era la Bestia Mágica de Noveno Grado, el Buey-Serpiente de Ojos Negros!