Naturalmente, Meng Lei fue quien había hecho esa petición. Después de todo, era el único entre los 52 concursantes del Reino del Dragón de Fuego que se atrevería a hacer tal solicitud.
—¿Pedir prestados dispositivos mágicos espaciales?
—¿Para almacenar cadáveres de Bestias Mágicas?
Todas las miradas de los concursantes se posaron sobre Meng Lei al unísono, con espasmos en las comisuras de sus labios. Sentían un impulso apremiante de golpear a muerte a ese fanfarrón.
—¡¿Qué demonios!?
—¡Todos tenemos el corazón en la boca al pensar en dirigirnos al Continente Perdido, por temor a que las Bestias Mágicas nos maten de un solo golpe en un momento de descuido!
Por otro lado, ¿tú ya estás pensando en pedir prestados dispositivos mágicos espaciales para almacenar cadáveres de Bestias Mágicas? ¿Eres un demonio?