¡Entrega Las Frutas, Es Ella!

¡Boom!

Una cascada de 30 metros de ancho caía con fuerza desde un acantilado de 300 metros de altura, formando una gigantesca piscina en el fondo. Las aguas en la piscina se agitaban mientras retumbaban estruendosos estallidos.

Junto a la piscina había un pequeño grupo que asaba carne de Bestia Mágica en una fogata. El asado dorado amarillento mostraba signos de estar quemándose, pero era como si las pocas personas del grupo no se hubieran dado cuenta en absoluto.

Sus ojos estaban fijos en una fruta dorada a poca distancia de ellos. Había sorpresa, agitación, curiosidad, perplejidad, cautela... ¡y codicia en ellos!

—¿Escucharon eso?

—¡Sí!

—¡Lo escuché!

—¿El dueño de esa voz que acabamos de oír es el Árbol de la Vida que mencionó el Cocodrilo Gigante?

—No debería haber error. ¿No mencionó que el árbol es el creador y guardián de este continente? ¡Así que sin duda es probablemente el Árbol de la Vida!