Un poder divino aterrador envolvió todo el lugar, aplastando sin piedad las almas de las diosas. Las oprimía, haciendo que sus delicadas formas temblaran como hojas y llenando sus corazones de extremo temor.
—¡Una deidad de Gran Perfección!
—¡Esa es una deidad de Gran Perfección!
En ese momento, otra figura aterradora salió corriendo de la puerta dimensional y apareció en el aire.
Tenía cabeza de elefante y cuerpo humano. Con una altura de 1,000 pies, sostenía un hacha gigante y estaba cubierto de pies a cabeza con una armadura dorada. Emanaba un inmenso poder divino que no era inferior al de la figura anterior.
Sin embargo, esto no fue lo último. Inmediatamente después de su aparición, otras figuras también salieron corriendo de la puerta dimensional. Como si alguien hubiera agitado un nido de avispas, la gente salía de la puerta dimensional una tras otra.
Cada uno de ellos emanaba un vasto y majestuoso poder divino, sus poderosas auras alcanzando más allá de las nubes.