El Monstruo Que No Se Puede Ver Ni Encontrar

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Sobre el Águila de Plumas Nevadas, Lin Shiru escuchaba a Ye Xuan mientras él relataba sus experiencias de los últimos días. Y aunque ella no dijo nada.

La sorpresa en sus ojos cuando miraba a Ye Xuan estaba casi a punto de desbordarse.

Esto hizo que Ye Xuan se sintiera bastante orgulloso de sí mismo.

Los hombres, esto era tan típico de ellos.

¿Qué hombre no disfrutaría cuando una mujer lo mirara con una expresión sorprendida que parecía decir: «Oh, eres tan fuerte»?

La única lástima era que, comparado con Lin Shiru, el Nivel de Domador de Bestias de Ye Xuan era un poco bajo.

Era bueno que tuviera el Editor de Bestias a mano. Entre los domadores de bestias del mismo rango, definitivamente estaba en la cima de la lista.

—¿Acabas de decir que has despertado el Talento de Doma de Bestias de Tipo Espacial? —Lin Shiru vio que el rostro de Ye Xuan revelaba un indicio de satisfacción y originalmente no pensaba decir nada más.