Vamos por ello, chicos. Busquemos tesoros
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¡Whoosh!
Cuando la moral de los jóvenes Domadores de Bestias del Clan Cuerno de Dragón había sido elevada, el Roc Verde de Alas Doradas de Wang Tianshan voló desde el otro lado del cielo.
De un punto negro, se hizo más y más grande mientras se acercaba.
Finalmente, era lo suficientemente grande como para tapar el sol. Luego aterrizó en el Valle de la Llama Roja.
La envergadura del Roc Verde de Alas Doradas de Wang Tianshan era de aproximadamente cuatrocientos cincuenta pies de largo.
Además, podía ejercer Manipulación del Viento.
Había batido sus alas pocas veces en el camino hasta aquí. Y el vuelo fue extremadamente estable y suave.
Ye Xuan y los demás que estaban de pie sobre su espalda se sentían bastante cómodos. Había suficiente espacio para moverse.
—Son ellos otra vez.
Vieron a Ye Xuan y sus compañeros tan pronto como aterrizaron.