Las palabras de Hank iluminaron los ojos de Su Xiao. Finalmente había confirmado el punto temporal: tres días antes del incendio de la Estación Final de Residuos mencionado en el manga. Esto significaba que, dentro de sus límites de tiempo (72 horas), el caos llegaría. Cuanto más caótico el mundo, mejor para sus planes.
Al salir del almacén, Hank mencionó algo inesperado: "Nuestro líder se llama Brandon Oak. Como nuevo miembro de la guardia, ¿cómo no conocerías su nombre?". Su Xiao asintió con fingida indiferencia. Al caer la tarde, las calles se llenaron de transeúntes exhaustos. A través de conversaciones discretas, Su Xiao descubrió que Brandon Oak llevaba diez años como líder de la guardia, con conexiones hasta en el palacio real. No obstante, desconfiaba de sus afirmaciones sobre "amistades políticas"—algo común en un mundo corrupto.
Antes de despedirse, Su Xiao invitó a Hank a beber. Tras varios vasos de licor barato, el guardia comenzó a desbordar: "Si el jefe no hubiera sido un pervertido..., ¡habría entrado al palacio hace años!". Su Xiao fingió no entender, pero capturó la dirección de la Calle de la Alegría al pagar con monedas robadas.
Notificación del sistema: Se activa la habilidad 'Olfato de la Muerte'.
Al caer la noche, Su Xiao se coló en un edificio de la calle roja, donde Brandon Oak y dos guardias entraban a un burdel. Siguiendo sus pasos, localizó la habitación donde el líder y una mujer de alto rango discutían:
"—¿Cuándo me salvarás? ¡No puedo seguir viéndome con otros hombres!—"
"—Pronto. Este es un asunto del Ministro de la Izquierda. No solo son cuestiones de dinero...".
Su Xiao esperó pacientemente hasta que los gemidos de placer cesaron. Con un movimiento silencioso, empuñó la Espada del Dragón y abrió la ventana. Al entrar, su cuchillo traspasó la nuca de Brandon Oak y, en un arco mortal, también atravesó el cráneo de la mujer entre sus piernas.
Feedback del sistema: ✅ Eliminación exitosa (2 blancos).
El cuerpo del líder se desplomó como un muñeco de trapo, mientras la mujer gorgoteaba sangre desde los ojos. Su Xiao limpió el arma con una toalla de seda robada del burdel y desapareció en la oscuridad, dejando tras sí un regusto de licor y sangre.
Mientras caminaba hacia su alojamiento, una voz femenina susurró en su mente: ¿Quieres comprar el secreto de la Espada del Dragón? 500 monedas del parque. Su Xiao sonrió. La misión estaba en marcha.