Capitulo 28: Ciudad Yuehimei en cenizas.

!Patada!

Las sábanas desordenadas...revueltas..

Estaba atrapada en una pesadilla.

La ciudad Yuehimei… La mansión Chu… ¡Todo en llamas!

Era como si su alma hubiera sido arrancada de su cuerpo, arrastrada en medio de una oscuridad.

Un sudor frío le cubrió la frente mientras las imágenes se desvanecían, reemplazadas por un golpe.

"AUCHH."

El dolor punzante en su frente la despertó bruscamente.

Sus ojos se abrieron de golpe, pero no estaba en su cama.

Estaba en el suelo.

El cuarto a su alrededor permanecía oscuro.

Asustada por la pesadilla, su pecho subía y bajaba con rapidez y soltó un grito;

–NOOOO!!!

Se levantó, precipitadamente, aturdida por la pesadilla que había tenido.

En ese momento, la puerta se abrió de golpe.

Allí estaban.

Tian Qi, Bai Zhi y Jiang Yang.

sus rostros llenos de preocupación.

"¡Hermana! El jade de estrellas ya no alumbra… El jade que conecta con la ciudad Yuehimei. Debe estar en peligro...” dijo Bai Zhi, con una expresión grave.

Silencio, silencio.

El silencio recorrió la espina dorsal de Shan Shan.

“¿Esperen? ¿Entonces esa pesadilla que acabo de tener… fue una profecía?”

Los tres la miraron fijamente, sin decir una palabra.

El silencio lo decía todo.

No había tiempo que perder. Los cuatro tomaron una píldora teletransportadora, y de inmediato, se encontraron en la entrada de la ciudad Yuehimei.

Pero lo que vieron a su alrededor era inimaginable.

Cenizas.

Escombros.

Ruinas.

Sangre.

Y cadáveres dispersos por las calles.

-Hermana, ¡alejate del fuego!– Bai Zhi tiró de la manga de su hermana, alarmada.

Tian Qi, al observar más de cerca, frunció el ceño.

–El fuego… no era fuego, es una ilusión, una hipnosis creada por un veneno que atraía a las víctimas hacia su propia muerte.

“¿Qué has dicho?…”

Mientras avanzaban, los cuerpos se amontonaban por todo el lugar.

Ningún ser viviente.

Ningún alma en los alrededores.

El pensamiento cruzó la mente de las hermanas Chu: Si la entrada está así… ¿Podría ser que toda la ciudad esté destruida? Y sus padres… ¿Estarán muertos?

“No… No puede ser…” murmuró Shan Shan, con la garganta cerrada por el miedo.

Corrieron por las calles, pero cada paso que daban los sumía en una pesadilla aún más oscura.

Cuanto más avanzaban, peor se ponían las cosas.

Cuando llegaron al centro de la ciudad, la mansión de la familia Chu no era más que una pila de ruinas ennegrecidas, un esqueleto de lo que alguna vez fue su hogar.

Los cuerpos de las criadas y sirvientes estaban dispersos por donde quiera hayán caido.

caídos en el suelo como si fueran simples muñecos sin vida.

Shan Shan, con el corazón en un puño, se acercó a una pared derrumbada.

Algo había debajo.

Con esfuerzo, levantó los escombros, y el horror se desató frente a sus ojos.

El cuerpo sin vida de sus padres.

–No… Noooo!!

El grito salió de su pecho.

Bai Zhi corrió a su lado, y al ver lo que su hermana había descubierto, se congeló, el alma helada.

Ice Frio.

Las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Shan Shan, incontrolables, como si no pudieran ser detenidas por nada.

“¿Quién se atrevió a atacar la ciudad Yuehimei? ¿Quién lo hizo? ¿Por qué?” Bai Zhi gritó, descontrolada, con el rostro descompuesto por el dolor.

Golpeaba los escombros con furia, pero a medida que el caos se desataba dentro de ella, también se sentía vacía, como una muñeca exprimida, sin fuerzas para seguir.

Shan Shan, abrazando el cuerpo sin vida de sus padres, se sentía como si algo dentro de ella se estuviera quebrando.

Las palabras no dichas.

Los abrazos no dados.

Las lágrimas le cegaban la vista, su alma en pedazos, una angustia indescriptible se apoderaba de su ser.

“¡Lloriqueo! ¡Mis ojos arden!” pensaba, mientras su mente luchaba con el tormento de lo irremediable.

¿Por qué no pude salvarlos? ¿Por qué no pude estar allí cuando más me necesitaban?

Fue entonces cuando Jiang Yang y Tian Qi unieron fuerzas para activar el artefacto que mostraría lo que había ocurrido.

A través de la visión del espejo, las sombras del pasado se desplegaron ante sus ojos.

Ellos…

Los del Clan Zhou.

Los subordinados de Zhou Zhen Yu.

Fue el Clan Zhou el que infiltró la ciudad con el artefacto de la “Máscara que cambia forma”. Fue ellos quienes crearon la hipnosis, el veneno que condujo a las víctimas hacia el fuego, hacia la muerte.

Atrajeron a los habitantes hacia su final, masacraron a todos.

Bai Zhi, al ver esto, sacó su espada con locura.

– ¡Malditos! ¡Maldito Clan Zhou! ¡Voy a acabar con ellos, especialmente con Zhou Zhen Yu!

Shan Shan temblaba al ver la locura en los ojos de su hermana.

El miedo...

No quería que Bai Zhi cometiera una locura.

No quería perderla también.

No quería perder a su unica familia Chu.

Desesperada se acercó a ella y la detuvo, abrazándola con fuerza.

‐¡No me detengas, hermana! ¡Si no hubiera sido por protegerte, ellos seguirían con vida! ¡Y tú… tú fuiste la causa de todo esto!– Bai Zhi empujó a Shan Shan, su dolor transformado en rabia desbordada.

Shan Shan cayó al suelo, golpeada por las palabras de su hermana. Las palabras, crueles y desmedidas, la alcanzaron como dagas afiladas.

Bai Zhi se dio cuenta de lo que había hecho, y su rostro palideció al instante.

–No… No quise decir eso…

Bai zhi Se arrepintió de inmediato…

En su mente, se recriminó con amargura: "¡Maldita sea! ¿Cómo pude decirle esas palabras tan hirientes a mi propia hermana?"

Maldita boca Mia!

Desesperada y llena de preocupación, se apresuró a levantar a su hermana.

Pero ya era demasiado tarde.

Jiang Yang fue el primero en acudir a Shan Shan, levantándola del suelo mientras ella lloraba desconsolada.

Cada lágrima parecía un peso insoportable en su alma.

Si no hubiera perdido la máscara...

Se repetía a sí misma, golpeando suavemente su cabeza con las manos.

Si no hubiera sido por ese acantilado, nunca la habrían encontrado… y mis padres… estarían vivos…

Bai Zhi, sintiéndose culpable por las palabras crueles que había dicho, la abrazó con fuerza. –Perdóname, hermana. No quise lastimarte…

Shan Shan, rodeada por su hermana, se hundió en sus lágrimas.

Pero algo en su mirada cambió.

Era una oscuridad que nunca antes había mostrado.

Ya no seré más la niña ingenua que era antes.

Ellos pagarán por lo que han hecho.

Ellos pagarán…

Por cada vida que tomaron.

Por cada sacrificio.

—Ellos pagarán. Quieren los fragmentos de cristal… —una risa escapó de sus labios, baja al principio, luego más pronunciada—Jajaja, no les daremos lo que desean.

Por primera vez, una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro.

—Debemos encontrarlos antes que ellos. Para eso, tenemos que completar los niveles de la torre y obtener la piedra localizadora.

Tian Qi frunció el ceño y mencionó.

—El clan Zhou quizá ya esté en la torre… Puede que estén avanzando en los niveles al mismo ritmo que nosotros.

Bai Zhi, al escucharlo, lo miró con una expresión llena de conflicto, la mirada de una amante que, aunque aún lo amaba, ya había decidido romper con él.

Tian Qi dio un paso hacia ella..

Pero Bai Zhi, con una expresión fría, se apartó de Tian Qi.

–No quiero estar más involucrada contigo. Después de completar los niveles de la torre, nunca más nos veremos.

Tian Qi la miró en silencio, sintiendo un dolor profundo en su pecho.

–¿Por qué quieres alejarte de mí, Bai Zhi? Mis padres… hace tiempo escaparon de las garras de mi tío, Zhou Zhen Yu... ya no pertenezcó al clan Zhou hace años..

Ella no respondió, pero sus palabras fueron tan cortantes como una daga.

–Porque mi hermana, que también es tu hermana, Shu Xin, se sacrificó por ti. Y tú... nunca lo supiste.

Bai Zhi continuó soltando las palabras que su hermana había guardado en su interior, palabras llenas de dolor y resentimiento.

–Tú no lo sabías... Ella fue torturada por tus padres, Zhou Ma Zi y Sang Tian. La arrastraron hacia la muerte, arrojándola a las garras de tu tío, Zhou Zhen Yu. Sé que no sabías lo que sucedía, ya que estabas encerrado en la mina, pero...

Tian Qi quedó en shock.

–¿Qué? ¿Mis padres… torturaron a mi hermana Shu Xin?

Paralizado, su mente se inundó de confusión y dolor. ¿Su hermana había sido torturada por sus propios padres? Nunca lo imaginó. Tembloroso, se acercó a Shan Shan, buscando desesperadamente confirmar si las palabras de Bai Zhi eran ciertas.

Pero Shan Shan desvió la mirada y con tristeza respondió a su hermano.

–si, es cierto.

Tian Qi se dejó caer de rodillas, sin saber cómo reaccionar ante las palabras..había sido tan ingenuo, tan ciego. Sus padres le habían dicho que su hermana estaba viva, viajando por el mundo... ¿Cómo había podido creerlo?

Pero Bai Zhi no se detuvo con sus palabras; esta vez,se volvió hacia Jiang Yang.

–Tú… Tú clavaste la daga en Shu Xin. Tú fuiste quien envió al lobo para destruir la pulsera de Shan Shan, sabiendo que ella moriría si se rompía.

La verdad era amarga. Y Jiang Yang lo sabía.

Cuando Shan Shan lo miró a los ojos, el silencio entre ellos era absoluto.Ninguna palabra salió de su boca. Pero en su interior, algo se quebraba.

El daño ya estaba hecho.

El inmortal en la torre habló desde el cielo. "Vuelvan a la posada. El tercer nivel será mañana.”