El inicio

Primer mes día 5, del año 1740, 15° periodo, mundo Irkandia. 

Este día es uno muy importante, ya que, se llevaría acabo la invocación de los cuatro héroes destinados a salvar al mundo de la destrucción. Algo que tenia a todos los reinos muy alterados y a los continentes lejanos algo molestos. 

• !Sacerdote mayor! ha llegado un mensaje urgente de la capital de Rihan.

llego dando gritos un aprendiz a monje, entro en medio de una ceremonia, donde había un total de 36 sacerdotes dentro de un gran sello mágico, y todos portaban túnicas blancas con bordes amarillos.

Los presentes se irritan por el hecho tan descarado, por parte del joven.

El arrugado y calvo anciano, tomo y leía la carta, caminando de un lado al otro, parecía que la túnica le pesara, en el fondo de las paredes había tres grandes estandartes de color amarillo, con un martillo atrás, luego un hacha y una lanza cruzadas, y por ultimo una espada en el centro.

La estancia donde se hallaban era el salón central del templo del guerrero con columnas en los lados, y grandes cristales magicos saliendo de las paredes y el piso, esto hacia que el lugar brillara de tenues colores, y el gran sello del guerrero ubicado en el medio del lugar. 

El sacerdote mayor se detuvo, y vio al aprendiz, este se asusto y salió muy rápido de ese sitio. 

• !vaya! Se ha salido con la suya ese viejo terco, y el dios supremo lo está apoyando, dijo el anciano entre gruñidos, y al final de la carta estaba un sello con un sol y una luna entre cruzados, ese era el sello celestial que certificaba la información.

• Ya veo, si se hace de esa forma se retrasará la resurrección de Kaysux, y así las almas tendrán tiempo de aprender sobre este mundo, fuimos unos tontos en o ponernos a ese método. La carta detallaba una forma para mejorar la funcion de los héroes invocados.

Los demás sacerdotes miraban en silencio al sacerdote mayor, mientras este hablaba en voz alta con el mismo. Y algunos se salieron del sello mágico.

• Y como dice la profecía, continuaba hablando el sacerdote, y solo cuando las cuatro clases se junten y cada uno porte su emblema, ese día iniciara todo.

• Por eso el templo de Rihan anuncio que su emblema fue robado, y el gremio lo alentó para que fuese creíble y no se levantaran opositores. Pero que aremos los demás con nuestras almas. El sacerdote pensaba en algo pero seria algo para después.

• Que hacen ustedes, preparen todo en 5 minutos iniciaremos, grito el viejo sacerdote y todos fueron a sus lugares.

Luego de un rato en la lejanía de un cielo entrando en el atardecer lleno de colores naranja y purpura, entre sus nubes, se irguieron cuatro pilares hasta lo más alto uno rojo, amarillo, azul y verde.

Los habitantes de todos los reinos observaron sorprendidos tal evento, uno tan esperados por todos. 

Capital Rihan, luego de que cesara el gran resplandor quedo a la vista un estandarte, pero esta vez uno rojo con dos garras de tres hojas entre cruzadas, y un ser lleno de un brillo increíble, al cual no se le veía el rostro.

de ropas blancas resplandecientes descendió al centro del lugar, los presentes sacerdotes los cuales se hallaban en una estancia parecida a la anterior, todos se arrodillaron ante ese ser majestuoso. Y solo el sacerdote mayor hablo. 

• Dios supremo, nos honra con su visita.¿ya sabe a quién darle esa alma?, pregunto él anciano sin levantar la vista y solo se veía una cabellera canosa. 

En el centro del sello mágico flotaban un emblema como el de las paredes pero pequeño como del tamaño de un bolsillo, y al lado una esfera de luz resplandeciente de un color rojo. 

Luego el dios supremo toma parte del alma y la incrustaba en el emblema de color rojo escarlata. 

• Si por supuesto, dijo con voz serena, el que será su padre es un hombre interesante, y sabe cómo jugar en este mundo, dicho eso tomo la esfera de luz roja con muchos destellos brillantes, y desapareció.

En ese mismo instante el dios supremo apareció en la espesura de un bosque, ya había caído la noche, luego se acercó y llamo a la entrada de una pequeña cabaña. Y cuando se abrió la puerta, quedo a la vista un gran hombre muy corpulento y calvo, con cejas naranjas y ojos verdes.