Las palabras de Chen Fan dejaron los rostros de todos angustiados y llenos de incredulidad.
—¡Sargento Jefe! —Huo Donglai estaba empapado en sudor. Nunca había imaginado que la situación se saldría de control hasta tal grado. Sin embargo, sabía que la culpa era de su Aprendiz-Sobrino y sus Tíos Maestros.
¿Quién creían que era Chen Fan? Había sido invitado por los altos mandos militares para ser el Sargento Jefe de la Unidad del Dragón Cang. Era tan poderoso como un Maestro Trascendente, ¿qué les hizo pensar que podían ser tan engreídos ante él?
—Sargento Jefe Chen, ¿está planeando sembrar una enemistad entre nosotros? —Mu Shan entrecerró los ojos mientras llamas mortales bailaban en su mirada.
—¿Y qué si digo que sí? —Chen Fan se mantuvo firme mientras respondía con un tono uniforme.
—Si insiste, entonces se acabaron las cortesías —Mu Shan juntó sus puños y se inclinó ligeramente. Trató a Chen Fan con gran respeto.