Inglaterra, Londres, a las cinco de la mañana.
Dentro de un viejo apartamento, un hombre blanco con gafas y cara somnolienta se acercó a una computadora sosteniendo una taza de café.
Se hacía llamar Rafael, que, por supuesto, no era su verdadero nombre. Como miembro de una gran organización clandestina, Rafael estaba a cargo de recopilar y analizar inteligencia en todo el mundo. El grupo para el que trabajaba se llamaba Alas Carmesí, y era un grupo mercenario particularmente reconocido en África del Norte y el Medio Oriente.
Sin embargo, lo que hacía tan especial a su banda de mercenarios no eran sus habilidades marciales; en cambio, operaban entre bastidores como maestros espías y trataban con Señores Supremos en el Mundo Oscuro muy a menudo.
La mayor parte del tiempo de Rafael se dedicaba a recopilar información sobre los grupos ilícitos o familias en el Mundo Oscuro.
—Otra actualización de la Lista Oscura de la CIA.
Rafael tomó un sorbo de café para animarse.